top of page

El Agobio y lo no controlable…

  • Foto del escritor: Fibromyalgia Warrior
    Fibromyalgia Warrior
  • 1 jun 2018
  • 2 Min. de lectura



Es importante conocer como reaccionamos ante los estímulos que nos rodean. Tanto como lo es saber calibrar y controlar la cantidad de respuesta emocional que nos interesa. Estos aspectos nos ayudarán a no gastar nuestras fuerzas y energías de forma inadecuada e innecesaria.


¿Vale la pena invertir nuestra energía en lo que no podemos controlar?

Es una de las preguntas que deberíamos hacernos cada vez que sentimos angustia, estrés, incertidumbre, molestia o impotencia por alguna situación que no depende de nosotros.


Sabemos que cada quien reacciona de diferente manera, sin embargo es importante considerar este análisis apenas identifiquemos alguna emoción que nos genera “incomodidad”.


¿Qué está pasando? ¿Puedo cambiarlo? ¿Depende de mi?

No es fácil, y menos para aquellos que son hipersensibles emocionalmente. Por ejemplo, las personas con Fibromialgia ya somos bastante sensibles, manejamos las emociones con alto nivel de intensidad. A parte, esto puede verse afectado de manera negativa por la carga emocional que nos puede generar el dolor físico. Y por último, somos expertos reprimiendo dichas emociones…


Lo ideal sería, no solo poder ser más expresivo con el mundo, sino ser más honestos con nosotros. Ya que podemos llegar a niveles tan extremos que vivimos en un autoengaño sin darnos cuenta.


Creemos ser fuerte cuando realmente no lo somos. Ahí es cuando nuestro cuerpo nos delata a través de síntomas y generándonos dolor físico.


Si me enfoco en el agobio, esa… “sensación de ansiedad o inquietud intensa provocada por una situación o dificultad que cuesta mucho de superar”. Es muy común después de sentir que no está en tus manos modificar o cambiar lo que está o estuvo pasando en alguna situación particular.


Investigando entendí, que esa sensación que ahora después del diagnóstico de FM, donde nos abrumamos con facilidad está muy atada al desequilibrio químico que experimenta nuestro cerebro al tener cierta perdida o deficiencia de minerales básicos. Por lo que, una buena alimentación y con apoyo médico, que nos guíe con los suplementos “naturales” necesarios, logramos tener un poco más de control ante esta sensación.


Por lo demás, nos toca escuchar nuestro cuerpo, entender nuestra personalidad y evitar en lo posible tanto entornos como situaciones que nos generen ansiedad.


Cuídense mucho y sigamos aprendiendo!


Comments


bottom of page